Proteger a la naturaleza podría prevenir futuras pandemias, aseguran expertos

América Latina y el Caribe posee el 40 por ciento de la biodiversidad del mundo, pero es muy poco lo que se hace para proteger su capital natural

Proteger a la naturaleza podría prevenir futuras pandemias, aseguran expertos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

América Latina y el Caribe posee el 40 por ciento de la biodiversidad del mundo, pero es muy poco lo que se hace para proteger su capital natural, que podría ayudar a prevenir la próxima pandemia, sostiene Guy Edwards, consultor senior de la División de Cambio Climático en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Señala que los pagos por servicios ecosistémicos pueden promover la reforestación, reavivar la actividad económica y mejorar el manejo forestal, por lo que las soluciones basadas en la naturaleza también desempeñan un papel crítico en la confrontación de la crisis climática a través de la captura de carbono y proporcionando barreras a los peligros naturales relacionados con el clima.

Sin embargo, actualmente no se hace lo suficiente para proteger el capital natural. A pesar de los numerosos beneficios para las personas y la economía, cada año la región pierde la mayor cobertura de árboles a nivel mundial debido a la expansión de la frontera agrícola, porque se siguen tomando decisiones con poca consideración de las consecuencias para la biodiversidad.

Afirma que “proteger la naturaleza y garantizar el uso sostenible de los recursos naturales podría ayudar a prevenir la próxima pandemia. La combinación correcta de proteger la naturaleza, el uso sostenible de los recursos naturales y educar a las comunidades locales sobre los peligros de las enfermedades zoonóticas podría desempeñar un papel importante en el desarrollo sostenible, con importantes beneficios colaterales para las personas, la biodiversidad y el clima.

Asimismo, considera que hay oportunidades para catalizar los servicios de capital natural en la región. Las soluciones basadas en la naturaleza y la biodiversidad son importantes para el desarrollo exitoso de medicamentos para nuevos tratamientos.

Se estima que entre 50 mil y 70 mil especies de plantas se cosechan para la medicina tradicional o moderna, mientras que alrededor del 50 por ciento de los medicamentos modernos se han desarrollado a partir de productos naturales, amenazados por la cosecha insostenible y la pérdida de biodiversidad, añade.

Señala que los programas de bioeconomía pueden apoyar la investigación y el desarrollo de estos medicamentos, al tiempo que incentivan la protección de la biodiversidad, por lo que el Laboratorio de Capital Natural del BID apoya mecanismos para invertir en empresas de bioeconomía, al tiempo que garantiza que las poblaciones indígenas locales, que manejan y poseen estos recursos, sean compensadas por el uso de material genético local.

“Pero reducir la deforestación y la degradación también puede tener importantes beneficios socioeconómicos, apunta. “En Brasil, el proyecto Rural Sustentável del BID benefició directamente a más de 18 mil agricultores y evitó la deforestación de 8 mil 550 hectáreas.

Abordar los riesgos relacionados con el clima y reducir la degradación de la tierra mediante estrategias de descarbonización a largo plazo y soluciones basadas en la naturaleza, podría garantizar el “derecho a la salud de las personas, como establece en el Acuerdo de París, mencionó el consultor.

“Las personas quieren creer en el poder de la naturaleza para recuperarse, pero nuestra destrucción e interrupción de sus ciclos aumenta la probabilidad de más pandemias. Si no enfrentamos la crisis climática, protegemos la biodiversidad y usamos los recursos naturales de manera sostenible, seremos nosotros quienes lucharemos por recuperarnos de consecuencias a menudo trágicas, concluyó.

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