Generales franceses le enviaron una carta a Macron, denunciando que el país se está desintegrando y advirtieron que una guerra civil puede estar cerca: serán sancionados

Por iniciativa de Jean-Pierre Fabre-Bernadac, un grupo de militares de Francia escribieron una carta pública dirigida a Macron y a los funcionarios del gobierno, advirtiendo que Francia está atravesando un momento de máxima tensión y que la anarquía está muy cerca.

El pasado viernes 23 de abril, un grupo de 18 generales retirados y activos de las Fuerzas Armadas de Francia, bajo el liderazgo de Jean-Pierre Fabre-Bernadac, oficial de carrera y gerente del sitio de Place Armes, firmaron una carta denunciando al gobierno de Macron, asegurando que se le ha sacado todo el honor a la política, que la cultura francesa está al borde de la extinción y que el Ejército está olvidado en desidia.

«La hora es grave. Francia está en peligro, varios riesgos mortales la amenazan. Nuestro honor nos obliga a denunciar la desintegración que golpea nuestra Patria«, lee el pronunciamiento, y agrega: «Si no se hace nada, el laxismo continuará a expandirse inexorablemente por nuestra sociedad, provocando a término una explosión y la intervención de nuestros camaradas en activo en una misión peligrosa de protección de los valores de nuestra civilización y de protección de nuestros compatriotas en territorio nacional«.

Los soldados advirtieron que “hay un caos que está creciendo en el país”, y que si el presidente Macron no impidiera este caos, estallaría una guerra civil, en la que las Fuerzas se verían obligadas a intervenir para mantener el proceso democrático y evitar muertes.

Es importante recordar que Francia está desde octubre del 2018 en una situación de protestas continuas y violencia en las calles, gracias al movimiento de los «Chalecos Amarillos», que hizo una marcha cada sábado durante todo el año 2019, y sólo frenó por la pandemia del coronavirus.

El periódico francés que publicó la carta es Valeurs Actuelles, quienes con el permiso de los militares, publicaron también los nombres de los firmantes: 

  • General de Corps d’Armée (ER) Christian PIQUEMAL (Legión Extranjera);
  • General de Corps d’Armée (2S) Gilles BARRIE (Infantería);
  • General de División (2S) François GAUBERT, ex gobernador militar de Lille;
  • General de División (2S) Emmanuel de RICHOUFFTZ (Infantería)
  • General de División (2S) Michel JOSLIN DE NORAY (Tropas de Infantería de Marina);
  • General de Brigada (2S) André COUSTOU (Infantería);
  • General de Brigada (2S) Philippe DESROUSSEAUX de MEDRANO (Tren);
  • General de Brigada Aérea (2S) Antoine MARTINEZ (Fuerza Aérea);
  • General de Brigada Aérea (2S) Daniel GROSMAIRE (Fuerza Aérea);
  • General de Brigada (2S) Robert JEANNEROD (Caballería);
  • General de Brigada (2S) Pierre Dominique AIGUEPERSE (Infantería);
  • General de Brigada (2S) Roland DUBOIS (Transmisiones);
  • General de Brigada (2S) Dominique DELAWARDE (Infantería);
  • General de Brigada (2S) Jean Claude GROLIER (Artillería);
  • General de Brigada (2S) Norbert de CACQUERAY (Dirección General de Armamento);
  • General de Brigada (2S) Roger PRIGEN (ALAT);
  • General de Brigada (2S) Alfred LEBRETON (CAT);
  • Médico General (2S) Guy DURAND (Servicio de Salud del Ejército);
  • Contralmirante (2S) Gérard BALASTRE (Armada).

El jefe de Estado Mayor de Francia, general François Lecointre, respondió a la polémica carta y aseguró que los soldados firmantes ya fueron identificados y que serán severamente sancionados y expulsados de las Fuerzas.

«Estamos iniciando los trámites de petición del Ministerio de Defensa. Estos generales comparecerán ante el Consejo Supremo Militar, pero al fin y al cabo, el decreto de su expulsión será firmado por el Presidente”, afirmó el responsable de las Fuerzas Armadas francesas.

Este pedido por parte de un importante grupo de militares tiene su explicación y tampoco fue recibido como una sorpresa. La publicación toma lugar en una situación en la cual Francia se ve totalmente marcada por episodios de violencia que suceden de forma diaria en diferentes frentes. 

Ya sea ante la policía, con los incidentes vinculados a ataques terroristas que suceden desde finales del gobierno de Sarkozy hasta el día de hoy con Macron, hasta la ola progresista que amenaza la identidad cultural del país europeo. Esto lleva a una creciente preocupación por una futura guerra civil en el peor de los casos.

La declaración además destaca los crecientes niveles de discriminación «anti-racista» que instigan los progresistas en el gobierno contra «quienes no pertenecemos a la categoría de minorías«. 

Además, destaca que no se está haciendo nada contra los fanáticos del Islam y otros grupos extremistas como Antifa y Black Lives Matter, que incitan a la violencia urbana en casi todas las ciudades de Francia.

Marine le Pen, la líder del partido de derecha nacionalista Agrupación Nacional, felicitó la valentía de los militares que firmaron la carta. «Como ciudadana, mujer y política, suscribo a su análisis y comparto su aflicción. Como ustedes, creo que es deber de todos los patriotas levantarse por la salvación del país«, dijo en redes.

La candidata a presidente asegura que la indignación «exige la búsqueda de una solución política» y los invita a sumarse a su partido «a tomar parte en la batalla que comienza, un batalla política y pacífica«. 

En el otro extremo del arco político, Jean Luc Mélenchon, líder de partido comunista Francia Insumisa, se indignó «ante la sorprendente declaración de unos militares que se arrogan el derecho a llamar a sus camaradas activos a una intervención contra nosotros, y nos llaman islamoizquierdistas».

Desde el gobierno, el presidente Emmanuel Macron se abstuvo de comentar sobre el tema, aunque la ministra de Defensa Florence Parly, respondió preguntas al respecto en una conferencia de prensa que estaba dando cuando se viralizó la carta. 

«¿Quienes son estos militares que pretenden defender a Francia cuando atizan el fuego del odio?«, dijo, y aseguró que sólo «se representan a ellos mismos» y que «querer politizar a las Fuerzas Armadas es insultar su misión«.

Carta completa de los 18 militares – traducida al español.

Señor Presidente, 

Señoras y señores de Gobierno, 

Damas y caballeros, 

La hora es seria, Francia está en peligro, varios peligros mortales la amenazan. Nosotros que, incluso jubilados, seguimos siendo soldados de Francia, no podemos, en las circunstancias actuales, permanecer indiferentes al destino de nuestro hermoso país, atacado por la discriminación. 

Discriminación que, a través de un cierto antirracismo, se manifiesta con un único objetivo: crear en nuestro suelo malestar, incluso odio entre comunidades. Hoy algunos hablan de racismo, indigenismo y teorías decoloniales, pero con estos términos es la guerra racial lo que quieren estos seguidores fanáticos y odiosos. Desprecian nuestro país, sus tradiciones, su cultura y quieren verlo disolverse quitándole su pasado y su historia. Así atacan, a través de estatuas, antiguas glorias militares y civiles analizando palabras que tienen siglos de antigüedad. 

Discriminación que, con el islamismo y las hordas suburbanas, lleva al desprendimiento de múltiples parcelas de la nación para transformarlas en territorios sujetos a dogmas contrarios a nuestra constitución. Sin embargo, todo francés, sea cual sea su creencia o no, se siente como en casa en todas partes de Francia; no puede ni debe existir ninguna ciudad o barrio donde no se apliquen las leyes de la República. 

Discriminación, porque el odio prevalece sobre la hermandad durante las manifestaciones donde las autoridades utilizan a la policía como agentes sustitutos y chivos expiatorios frente a los franceses con chalecos amarillos que expresan su desesperación. Esto mientras individuos encubiertos y encapuchados saquean negocios y amenazan a estas mismas agencias de aplicación de la ley. Sin embargo, estos últimos solo aplican las directivas, a veces contradictorias, dadas por ustedes, los gobernantes. 

Los peligros aumentan, la violencia aumenta día a día. ¿Quién hubiera predicho hace diez años que un profesor sería decapitado algún día cuando dejara la universidad? Sin embargo, nosotros, servidores de la Nación, que siempre hemos estado dispuestos a poner la piel al final de nuestro compromiso, como exige nuestro estado militar, no podemos estar frente a tales actos de los espectadores pasivos. 

Por tanto, es imperativo que quienes dirigen nuestro país encuentren el valor para erradicar estos peligros. Para hacer esto, a menudo es suficiente aplicar las leyes existentes sin debilidades. Recuerda que, como nosotros, una gran mayoría de nuestros conciudadanos se sienten abrumados por tus silencios incómodos y culpables. 

Como dijo el cardenal Mercier, primado de Bélgica: «Cuando la prudencia está en todas partes, el coraje no está en ninguna parte. “Entonces, señoras y señores, basta de dilación, la hora es seria, el trabajo es colosal; no pierda el tiempo y sepa que estamos dispuestos a apoyar políticas que tomen en consideración la salvaguarda de la nación. Por otro lado, si no se hace nada, la laxitud seguirá extendiéndose inexorablemente en la sociedad, provocando finalmente una explosión y la intervención de nuestros compañeros activos en una peligrosa misión de proteger nuestros valores civilizacionales y salvaguardar a nuestros compatriotas en el territorio nacional. 

Como podemos ver, no hay más tiempo para posponer las cosas, de lo contrario, mañana la guerra civil pondrá fin a este caos creciente, y las muertes, de las que tú tendrás la responsabilidad, se contarán por miles.

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